En el futuro no habrá héroes ni villanos, ni princesas robadas ni dragones temibles, ni sacerdotes que molesten ni brujas quemadas para apagar el fuego, pero sí hay una cosa que tener: diversión. Batallas interminables en mundos generados infinitamente es lo principal que encontrarás en este infierno de balas roguelite. Ábrete camino luchando, vive todo lo que puedas o simplemente diviértete, muere y reinicia. Una vez que cruces la línea del río, el cronómetro comienza a correr y tu objetivo es luchar lo mejor que puedas hasta que se acabe el tiempo. El mundo en sí se genera infinitamente, por lo que nunca tendrás problemas para encontrar nuevas batallas y tesoros, pero cuanto más te alejas de la línea de partida, más duro se vuelve. Una de las mecánicas más importantes (aparte de correr y disparar) es el cronómetro: empiezas con algo de tiempo, y en cada momento juegas a la lotería: avanzas más y consigues más tesoros y más tiempo, arriesgándote a no encontrar ninguno, o retrocedes y ¿Regresar a la línea de salida de forma segura? La decisión es tuya. Inspirado en las obras maestras de los arcade de los 80, como Robotron y Bubbles, este juego no te ofrece más que una jugabilidad pura y sin distracciones.