Es la historia básica de chico conoce cohete, chico pierde cohete, chico es arrastrado por el suelo y aplastado contra una pared. Vuelas con un cohete súper rápido entre tus piernas. Disparas cables desde tu cohete a las torres de alta tensión para girar y tender la ropa a tus oponentes (preferiblemente muy buenos amigos, que se toman mal las pérdidas). Los derribas de sus cohetes. Tú robas sus cohetes. Los derribas, repetidamente, con sus propios cohetes. Luego, los enganchas con tus cables y los arrastras por el suelo, golpeándolos contra paredes y cosas. ¡Como si esto no fuera ya Nirvana, la banda sonora cuenta con la legendaria guitarra de surf rockeando Dick Dale! Modos Rocket Ball Croquet, no lo es. Intenta engancharte a diferentes tipos de pelotas, algunas que rebotan... ¡otras que explotan! ¡Llévalos a la meta o a otros jinetes! ¡Todo mientras intentan convertir tu cabeza en un pastel de pudín! Rocket Racing Hace que las carreras de resistencia parezcan bingo. Salta alrededor de la arena, cortando entre pilones, golpeando a tus compañeros jinetes contra la pared y sacándolos de la carrera. Todo mientras evitas las paredes que se aproximan. Para ganar, necesitas una estrategia. Una estrategia retorcida, demente, chiflada y enfermiza, ¡pero una estrategia al fin y al cabo! Rocket War ¡El último en un cohete gana! Sin embargo, lo que es más importante, dicho ganador, llega a gritar en la cara de los perdedores. ¡¿No es de eso de lo que se trata?! Tende a los oponentes, arrástralos por el suelo a velocidades de más de 100 MPH, arrástralos, incinéralos con escape de chorro y aplástalos absolutamente contra el capó de tu cohete. Todo es justo en el amor y la guerra... ¡y no estamos hablando de amor! ¡Estamos podridos hasta la médula! “Por la presente certifico que este producto no apesta.” — Sean Callahan – Diseñador de juegos Rocket Jockey