En un planeta industrial abandonado en los bosques de la Federación Galáctica, un químico recibe visiones sobrenaturales que le indican que debe alquimizar la sustancia química psicoactiva más potente de la galaxia. En los años transcurridos desde entonces, el régimen autoritario global ha impuesto la pena de muerte a cualquiera que sea sorprendido emitiendo lo que denominan "ondas cerebrales deshonestas". Mientras las máquinas de muerte robóticas exterminan a los disidentes y marginados en masa, un culto de rebeldes que habitan en las alcantarillas se reúne en secreto para participar de la sustancia antes mencionada en pos de una agenda que ellos mismos no comprenden del todo.