ELF fue un juego que, aunque lo probé por poco tiempo, dejó una impresión positiva gracias a su destacable arte visual y diseño de personajes. La posibilidad de personalizarlos con ornamentos fue un buen detalle que añadía un toque único y atractivo. Sin embargo, a pesar de tener una historia llamativa, esta resultaba algo genérica, y los personajes, aunque bien diseñados, carecían de profundidad tanto en su historia como en su personalidad.
Esto quizá fue uno de los motivos que llevó al cierre del juego, ya que no lograba atrapar completamente a los jugadores. Es una lástima, porque tenía mucho potencial. Espero que los desarrolladores consideren traerlo de vuelta en el futuro, pero con una historia más rica y envolvente, una que realmente conecte con los jugadores y los motive a seguir explorando su mundo.
En este tipo de juegos, la narrativa juega un papel clave. No basta con personajes visualmente atractivos; una historia bien construida y cautivadora es lo que realmente marca la diferencia y mantiene viva la experiencia. Ojalá algún día ELF regrese con el enfoque necesario para alcanzar su máximo potencial.