Sky, los niños de la luz, es uno de esos juegos que te marca para toda la vida y al que no puedes parar de volver de vez en cuando.
Recuerdo que entre por alla por la época de las misiones de Aurora y fui uno de los pocos que disfruto ese concierto que dio la cantante de primera mano junto a miles de otros jugadores. Sin conocer a casi nadie (por no decir a nadie básicamente porque la amiga que me llevó ya no jugaba mucho en esa época) me mezcle entre aquella multitud y por una noche viví la experiencia junto a otros 4 extraños que fueron tan maravillosos como el concierto mismo. Porque si, Sky es una experiencia social tan mágica que es imposible no amarla.
📖 Storyline:
En este juego no se nos explica mucho de nada. Al parecer somos una estrella que cae del cielo al mundo y no sabemos ni por qué hemos llegado ahí, pero poco a poco, sin usar casi palabras, el juego comienza a contarte la historia de su mundo, un mundo hermoso que sucumbió a la codicia y que nosotros debemos reparar (cosa que aun no sabemos hasta el final).
Nuestro viaje es casi que un descubrimiento filosofico del ser humano, sus deseos, sueños, sus vivencias, todo contado en misiones por otros seres que al parecer son mayores que tu. En principio nos parecen pequeñas misiones con finales raros que no comprendemos hasta que caemos en cuenta de un pequeño detalle... las personas que buscamos, están muertas. Al final de cada línea de misiones nuestro personaje enciende una vela sobre un montículo de rocas que asemeja una persona petrificada, persona que rompe su cáscarsa y vuela libre después de darnos un último regalo y una despedida. Lo que cumplimos fueron sus últimos sueños inconclusos y ahora pueden descansar.
El resto del viaje se pone cada vez más emocional, acabando en la Montaña del Edén donde no les haré spoilers porque quiero que lo vivan si aun no lo hacen, pero solo diré que soy de no sentir nada ni con los mayores dramas y en ese lugar, algo dentro de mi se estrujó.
Sky, es un juego sobre explorar tus emociones, la vida, la muerte, la existencia, todo ambientado en un bello mundo de gráficos sencillos y con una banda sonora que le saca el alma a quien sea.
NoNo Digo más, probarlo y nos vemos por ahí, a la orilla de alguna fogata solitaria.